¿Por qué es importante la certificación ISO 14001?

¿Por qué es importante la certificación ISO 14001?

Vivimos en un mundo globalizado en el que las empresas más competitivas valoran la conservación del medio ambiente porque es parte de la conducta moral de las organizaciones y también de la sociedad en su conjunto.

Las certificaciones concedidas hasta la fecha avalan a IES SOLER con los estándares superiores de calidad y corroboran su compromiso con la sociedad y el medioambiente. Estas certificaciones nos otorgan el reconocimiento de competencia para enfrentar los retos de la industria de manera segura y responsable a nivel nacional e internacional.

En IES se obtiene la certificación ISO 14001:2015 por primera vez en 2018, y es desde entonces, dado que trabajamos con empresas líderes desde el punto de vista medioambiental, y también por el firme compromiso hacia la sostenibilidad y el medio ambiente, se sigue auditando anualmente para garantizar el cumplimiento de la norma. Esta certificación junto a la IS0 9001 aprobada y renovada des de 1999 complementa en la mejora continua desde un punto de vista más completo.

Por ello, hoy queremos hablar sobre la normativa ISO 14001 y cuáles son los principales beneficios que tiene para las empresas.
Esta normativa es un estándar internacional que define cómo implementar un sistema de gestión medioambiental (SGM) eficaz. Está diseñado para ayudar a las empresas a incorporar sus responsabilidades con el medio ambiente en los procesos internos, además de que contribuye al crecimiento empresarial por diferentes motivos. Esta implementación no solo favorece a las empresas sino también a sus proveedores, clientes, organismos ambientales e internacionales o personas que desean trabajar en compañías que progresan hacia la sostenibilidad.

¿Cuáles son estas ventajas?

Mejorar el Sistema de Gestión Ambiental. La norma mejora los elementos de gestión ambiental existentes en la empresa proporcionando una mejor política interna y las adecuaciones necesarias en materia medioambiental para que la empresa sea más competitiva en el mercado. “Bajo este manto que nos da la normativa, llevamos un control sobre todo lo que se genera como subproducto/residuo durante el proceso productivo, sobre las emisiones y vertidos que hacemos al medio ambiente, que son periódicamente revisados optimizados (cuando no eliminados, si posible), así como el impacto sobre el medio ambiente de los embalajes/envases que se ponen en el mercado. Mantener un control sobre todo lo que implica IES por la sociedad, nos ha llevado a controlar y permanentemente optimizar la gestión”, afirma el responsable del departamento de calidad en IES Soler.

Mayor rentabilidad. Con la reducción de costes de energía y residuos, la empresa trabaja de manera más eficiente mejorando la rentabilidad en su conjunto. La reducción de costes al prevenir la contaminación supone otro gran beneficio de la ISO 14001.

Mejora de la imagen de la empresa. La adhesión al uso de un sello sostenible, como el Sello ISO 14001, junto a la marca de la empresa es una buena forma de informar al mercado de que estamos actuando de forma correcta con el medio ambiente, algo muy importante ya que la hace atractiva para el resto de empresas y proveedores, así como para las personas que quieran trabajar en ella. La imagen de marca aumenta y se vinculan a la empresa una serie de conceptos positivos como: transparencia, responsabilidad ambiental y la idea de una organización “limpia” que no daña el medio ambiente.

Nuevas oportunidades empresariales. A partir de contar con esta certificación, es más fácil que puedan surgir nuevas oportunidades de negocio dado que los empresarios desean mantener relaciones comerciales con empresas más sostenibles y que respeten las normas medioambientales. Tener el ISO 14001 hace que sea más difícil que ocurran futuros escándalos ambientales como contaminación del aire, fugas, derrames o desechos tóxicos.

Cumplimiento de la legislación ambiental. En situaciones donde hay catástrofes medioambientales derivadas de los errores de industrias o empresas productoras, las multas pueden alcanzar cantidades realmente importantes llegando a cifras de miles de millones de euros. Además de que supone una gran crisis para la empresa (primero de comunicación y después con una imagen dañada que es difícil de cambiar), también se han dado casos de compañías que han tenido incluso que cerrar debido a los enormes gastos a los que debían hacer frente y no han podido.

Por tanto, la certificación ISO 14001 aporta tanto a las grandes corporaciones como a las pequeñas empresas, el conocimiento necesario de la legislación actual en lo que respecta al área de actividad y también las principales pautas que deben adoptar las compañías para evitar problemas de este nivel. Tener pues el sello ambiental de esta normativa evitará sanciones y multas por dañar el medio ambiente.

Aumenta la competitividad internacional: Muchas empresas internacionales exigen a la hora de cerrar un contrato la certificación en determinadas normas, entre ellas, contar con la ISO 14001. Así pues, esta normativa abre un abanico grande de posibilidades comerciales en el exterior. Suele ser habitual que las empresas que ponen el foco en los valores ambientales prefieran mantener relaciones con otras corporaciones que tienen la misma política de empresa. Esto favorece a la marca y aporta valores sostenibles a la empresa.

Satisfacción del cliente y atracción de talento. Recibir un producto o servicio de calidad que cumpla con la legislación ambiental promueve la satisfacción del cliente. A las personas les interesa que el producto o servicio que disfrutan esté elaborado correctamente y cumpla con las normas ecológicas. Sobre todo, a las nuevas generaciones. Según diferentes estudios, la generación millenial prefiere trabajar en empresas que tengan un propósito que trascienda y no se queden simplemente en la obtención de beneficios económicos.

Impacto social positivo. La teoría del “Valor compartido” de Michael Porter dice que las empresas que en el futuro van a tener más éxito serán aquellas que sean capaces de crear valor compartido, es decir, valor social, medioambiental y económico. En este sentido, el mismo responsable concluye que “esta normativa nos ayuda y nos sirve para tomar conciencia (y para revisar que realmente tomamos conciencia) medioambiental de las tareas que realizamos, para dar a la sociedad lo que necesita, con el mínimo impacto negativo posible”.